Si los experimentos en marcha llegan a buen término, se podrán desarrollar óvulos gracias a la modificación de células masculinas y espermatozoides a partir de las células femeninas.
Esto permitiría que las parejas formadas por homosexuales puedan tener descendencia sin necesitar gametos del sexo contrario, aunque el útero de una mujer seguiría siendo imprescindible para el desarrollo del embarazo.
De momento, las investigaciones están en fase inicial y hay planteados muchos interrogantes sobre la seguridad y la viabilidad de una descendencia “artificial”, además de los planteamientos éticos.
El problema más evidente que plantea este asunto es la creación de esperma a partir de células femeninas, que carecen del cromosoma Y, que posee los genes que determinan el sexo masculino.
Este esperma femenino tendría que ser creado en laboratorios con cromosomas artificiales o con cromosomas obtenidos de espermatozoides de donantes masculinos, técnicas de manipulación biológica “muy extremas”.
Sin embargo, ya se han logrado algunos avances que hacen pensar a los científicos que las células pueden modificarse para conseguir gametos del sexo contrario.
El Instituto Butantan de São Paulo, en Brasil, ha conseguido desarrollar óvulos y espermatozoides utilizando células madre de embriones de ratones macho.
El equipo brasileño de investigadores, dirigido por Irina Kerkis, no ha demostrado aún que los óvulos obtenidos a partir de células masculinas sean fértiles para la viabilidad de la descendencia, pero ya están trasladando la experimentación a embriones humanos.
Si se consigue que las células sexuales sean fértiles, el siguiente paso consistirá en determinar si los óvulos pueden producirse a partir de células adultas modificadas para obtener el mismo resultado que con las células madre embrionarias.
Para este paso utilizarían la técnica de reprogramación celular ideada por Shinya Yamanaka, de la Universidad de Japón.
Otra investigación encaminada a conseguir la reproducción sexual con células de un mismo sexo es la realizada por el biólogo de la Universidad de Newcastle (Inglaterra), Karim Nayernia, que ha conseguido convertir células madre masculinas procedentes de la médula ósea en espermatozoides, y, en el caso de las femeninas, en un tipo de células anterior a los óvulos.
Karim Nayernia considera posible la reproducción homosexual, aunque es muy enfático al afirmar que, por el momento, es necesaria mucha experimentación.
Por si las técnicas progresan, un analista de patentes de San Francisco, Estados Unidos, Greg Aharonian, está intentando patentar las tecnologías que harían posible esta revolución reproductiva.