Dos estudiantes chinos tuvieron que ser operados en la ciudad de Qingdao al haberse metido en la oreja un micrófono con el fin de copiar en los exámenes. Una vez acabados éstos, los dos jóvenes vieron con sorpresa que era imposible quitárselos, por lo que tuvieron que recurrir a una intervención médica que les extrajera los aparatos de las orejas. Lo más curioso es que los afectados no se conocían de nada y acudieron al hospital por separado.
Estos micrófonos se han puesto de moda en China y por su pequeño tamaño, el de un grano de arroz, es ideal para copiar exámenes. El estudiante se lo coloca en la oreja y recibe señales acústicas desde el exterior que le comunica las repuestas. Claro que, aunque han comentado que el micrófono se extrae con facilidad utilizando un imán, se ve que a veces no funciona este método y no queda otro remedio que recurrir a la medicina y exponerse a sufrir una lesión auditiva.
Este tipo de incidentes en las aulas ha hecho que se hallan tomado medidas, obligando a los profesores a colocar máquinas que eviten la llegada de ondas de móviles situados en el exterior. Estos microauriculares se consiguen con bastante facilidad en la calle y suelen costar entre 7 y 100 euros.
Lo más insólito es que el joven, de unos 20 años, pidió al médico que lo atendió que le guardara el micrófono, ya que pensaba utilizarlo de nuevo en cuanto tuviera ocasión.
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